Yoga de la ira: una total contradicción al yoga real
Dentro del amplio mundo del yoga, existen diferentes variaciones cuyas finalidades son diversas. Esto es justamente, lo que ha enriquecido durante muchísimos años esta práctica milenaria. Sin embargo, existen algunas tendencias como el llamado yoga de la ira que van en contra de todo lo que se ha establecido a lo largo del tiempo.
Cuando se escucha hablar, es posible pensar que estamos ante un tipo de yoga real, pero no es así. El yoga tiene como finalidad la paz, la calma mental y el trabajo de nuestras emociones desde dentro. Jamás, podemos ver el yoga como una actividad que incentiva la ira, como es el caso de este tipo de yoga.
¿Cuál podría ser la filosofía detrás del “Yoga de la ira” y cómo se compara con las enseñanzas tradicionales del yoga?
A decir verdad, no existe filosofía alguna relacionada con el yoga de la ira. De por sí, esta práctica se lleva a cabo en circunstancias bastante raras, que no tienen que ver con lo que realmente es el yoga. Básicamente, es un intento de parodiar el yoga tradicional y convertirlo en algo que no es.
Por ejemplo, en las sesiones del supuesto yoga de la ira, se utilizan bebidas alcohólicas, lo cual jamás se promueve en el yoga real. Otro dato curioso sobre esta forma de yoga es que en lugar de utilizar mantras de yoga, se dicen palabras obscenas dependiendo de la postura en la que se encuentren.
En líneas generales, estamos hablando de una manera irrespetuosa y vana de representar toda la cultura yóguica que se ha forjado por mucho tiempo. Entender qué es el yoga real, nos ayuda a evitar caer en este tipo de “tendencias” que se contrapone totalmente a la práctica de esta actividad.
Origen del yoga de la ira
La fundadora de este “estilo de yoga” es Lindsay-Marie Istace quien asegura que tras su rompimiento con su novio, empezó a practicar yoga pero sentía que era más positivo decir malas palabras y beber cerveza al mismo tiempo.
Después de esta idea, compartió con sus amigas la iniciativa que llegó a convertirse en sesiones de yoga de la ira con más de 15 asistentes. A pesar de que no parece una cifra alarmante, esta persona ha tenido apariciones en la televisión canadiense dónde se atribuye la creación de esta forma de hacer yoga.
Características del yoga de la ira
Tratándose de una tendencia extraña de yoga, reúne una serie de características que se alejan bastante de la realidad. Por ejemplo:
- El lugar de usar el “Namaste” se cambia por frases como “Fuck yeah” al terminar una sesión.
- En lugar de promover la paz interna, se incita a la ira.
- No se ingiere agua, sino bebidas alcohólicas en las sesiones.
- Los mantras se sustituyen por palabras obscenas.
- No existe un espacio adecuado para llevar a cabo esta actividad.
¿Cuál podría ser la perspectiva de los expertos de yoga en cuanto a la ira?
Los expertos del yoga reconocen que la ira es una emoción natural y humana, pero también enfatizan la importancia de manejarla de manera saludable. El yoga ofrece herramientas y técnicas para abordar la ira de manera constructiva y transformarla en un estado de equilibrio y calma.
En este sentido, la autoconciencia desempeña un papel fundamental. Los expertos aconsejan estar atentos a las señales tempranas de la ira, lo que permite tomar medidas preventivas para evitar que la emoción se intensifique. Además, el control consciente de la respiración, conocido como pranayama, es considerado esencial.
Una perspectiva clave es la de observar la ira sin juzgarla ni reprimirla. A través de la meditación y la contemplación, se puede comprender las causas subyacentes de la ira y abordarlas de manera consciente.
De acuerdo con estos principios filosóficos del yoga, entendemos mejor cómo el yoga de la ira no tiene ningún fundamento válido que contrarreste lo que se aplica en las sesiones de yoga reales.
¿Por qué no se considera un tipo de yoga?
El yoga tradicional se basa en principios éticos, tales como la no violencia (ahimsa), la pureza (saucha) y la moderación (brahmacharya), entre otros. Estos principios promueven un estilo de vida saludable, respetuoso y equilibrado.
La inclusión de lenguaje ofensivo y el consumo de alcohol durante las sesiones de yoga contradice estos valores y puede socavar los propósitos más profundos de la práctica.
El uso de malas palabras y alcohol en un contexto que pretende ser yoga podría ser percibido como una apropiación inapropiada o una desviación de los objetivos originales del yoga.
Aunque las personas tienen la libertad de crear sus propias prácticas y expresiones, es importante tener en cuenta la integridad y el respeto por las tradiciones y valores que sustentan el yoga.
En resumen, el yoga de la ira que involucra el uso de malas palabras y alcohol en las sesiones no se puede considerar un tipo de yoga legítimo en el sentido tradicional. Esta práctica parece desviarse de los principios y valores fundamentales del yoga, que buscan promover la salud mental, emocional y espiritual a través de la armonía y el equilibrio.
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Como viste antes, el planteamiento del yoga de la ira se aleja bastante de la realidad. El yoga es una actividad pacífica que busca el crecimiento personal de las personas, no su deterioro. Por ello, si quieres conocer realmente el mundo del yoga, en Profesor de Yoga Online podemos ayudarte.
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