¿Debería practicar yoga en el postparto?

¿Sabías que puedes practicar yoga en el postparto? Durante el proceso de gestación como el parto, afectan en gran medida al cuerpo femenino, tanto en el ámbito físico como emocional. Particularmente, en postparto es una etapa en la que los cuidados son fundamentales para una buena recuperación.

En este sentido, si bien es cierto que no se recomiendan actividades físicas de alta exigencia, tienes la oportunidad de empezar a hacer yoga para recuperarte del embarazo y el parto. En primer lugar, ten presente que el yoga no solo devuelve la tonicidad al cuerpo, sino que te ayuda a liberar el estrés y ansiedad comunes en este momento de la vida.

Si quieres conocer todos los beneficios del yoga después del parto, entonces sigue leyendo este artículo. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las formas seguras de utilizar el yoga para sentirte mejor en esta etapa tan importante.

 

¿El yoga puede ayudar en la recuperación postparto?

 

Durante las primeras semanas posteriores al parto, es natural distintos malestares físicos. Entre ellos, los más comunes son problemas con hemorroides, dificultad para orinar o estreñimiento.       

Además, hay otros problemas emocionales que desencadenan, en muchos casos, en estrés o depresión. Si estás pasando por esto, lo primero que debes tener claro es que es normal sentirte así, pero no debes simplemente aceptarlo. Es decir, si bien es cierto que los desbordes emocionales son parte del proceso tras el parto, hay formas de lidiar con ellos.

Sin duda alguna, el yoga es una gran alternativa para recuperarte favorablemente de problemas emocionales, además, te ayuda a recuperar tu salud física como, por ejemplo, el suelo pélvico. En resumen, practicar yoga en el postparto es tu mejor opción para una recuperación rápida y segura.

 

 

¿Qué beneficios puede proporcionar el yoga en el postparto?

 

Como viste antes, practicar yoga en el postparto es totalmente recomendado para mejorar tu salud después del nacimiento de tu bebé, pero ¿Cuáles son sus ventajas más importantes? A decir verdad, es imposible resumirlas en unas pocas, pues son muchísimas, sin embargo, veamos algunas de las más importantes, a continuación.

 

Mejor estado anímico y reducción del cansancio

 

Las diversas técnicas de relajación que se utilizan al practicar yoga en el postparto, permiten la liberación de tensión muscular y la reducción de la frecuencia cardiaca. En otras palabras, mientras practicas yoga, te enfocas en tu cuerpo y te olvidas de los problemas que tengas, lo que te aleja de la tensión emocional.

De hecho, un aspecto importante es que luego de las sesiones de yoga, las personas se relajan y se sienten mejor a nivel emocional. De igual modo, esta actividad permite conciliar el sueño con mayor facilidad.

Con respecto a la depresión postparto, que sufre por lo menos un 20% de las mujeres después del nacimiento de sus bebés, el yoga es efectivo para disminuir los niveles de ansiedad y emociones negativas.

 

Mayor fuerza en los músculos del abdomen

 

En las primeras semanas después del parto, hay que evitar el esfuerzo físico como, por ejemplo, estar por mucho rato en pie o levantar peso. Asimismo, no se recomienda hacer ejercicios que impliquen trabajar la zona del abdomen. En este punto, practicar yoga en el postparto resulta bastante útil.

Esta práctica milenaria no requiere de un gran esfuerzo físico, incluso hay asanas que solo se enfocan en la relajación. A través del tiempo, puedes incrementar la exigencia física con la finalidad de dar mayor fuerza en la zona muscular del abdomen.

 

Recuperación del suelo pélvico

 

Como bien señalamos antes, practicar yoga en el postparto es esencial para recuperar el suelo pélvico. En general, cuando se habla de gestación, todas las mujeres suelen tener problemas en el piso pélvico, incluso si se ha tratado de una cesárea.

Además de realizar los conocidos ejercicios de Kegel, las sesiones regulares de yoga son perfectas para recuperar el suelo pélvico y tonificar toda el área de músculos perineales.

Si quieres saber qué posturas son recomendables, te recomendamos revisar nuestro artículo de yoga para el suelo pélvico.

 

¿Qué precauciones debo tomar al practicar yoga después del parto?

 

Si estás decidida a practicar yoga en el postparto, debes tener presente que, como cualquier otra actividad física, hay ciertas consideraciones. En primer lugar, asegúrate de consultar con tu médico para evaluar tu caso. Si bien es cierto que, el yoga es una actividad segura, cada caso debe ser individualizado.

Por otro lado, al comenzar, solo recurre a posturas suaves que no dependan de exigencia física excesiva. Para lograr esto, es fundamental que todo el proceso lo lleves a cabo de la mano de un instructor profesional. Solo un experto sabe qué asanas son adecuado o no en este tipo de casos.

Adicionalmente, escucha siempre tu cuerpo. Esto significa que establezcas límites cuando sientas que no puedes seguir adelante. Recuerda que se trata de un proceso evolutivo y, además, necesitas recuperar tu cuerpo.

 

¿Qué tipo de yoga es más recomendable para el postparto?

 

El tipo de yoga que necesitas después del parto, es uno que no implique demasiado esfuerzo físico. Actualmente, hay clases personalizadas que ofrecen clases de yoga especializadas en estos casos que utilizan los siguientes tipos de yoga:

• Yoga restaurativo: este tipo de yoga tiene como finalidad la relajación y, como su nombre lo indica, la restauración. En este caso, los asanas son sostenidos, pero resultan cómodos. Sin duda, se trata de una buena opción si decides practicar yoga en el postparto.
• Yoga con bebé: este tipo de yoga es ideal para conectar con tu nuevo bebé mientras te recuperas del proceso del parto. Las clases se orientan a posturas poco complejas en las que el bebé puede estar cerca.

Además de estas opciones, es válido seguir con las clases de yoga prenatal modificadas para el postparto.

 

¿Cuándo es el mejor momento para empezar a practicar yoga después del parto?

 

Médicamente, se recomienda esperar entre 6 a 8 semanas antes de realizar actividades físicas. Sin embargo, el proceso de recuperación en cada mujer es diferente, por lo que te recomendamos consultar con tu médico antes.

Una vez pasadas las primeras 6 semanas, puedes empezar con ejercicios suaves e incrementar el nivel progresivamente siempre y cuando te sientas cómoda.

 

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